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La Navidad nos recuerda la luz

Esta semana es pura magia. ¡Hoy es Navidad! Como casi todo el mundo, tengo sensaciones opuestas estos días de fiesta. Hay una parte de la Navidad que me gusta y otra que se me atraganta. Pero estoy donde estoy y no puedo salir volando (al menos en este momento) y creo que tampoco quiero así que decido darle una vuelta y encontrar un sentido más profundo, más conectado con la tradición que realmente me sostenga cuando amenaza con atragantarse.


¿En realidad que celebramos en Navidad? Porque debe haber más que reunirse alrededor de una mesa con un montón de langostinos, un cordero y mil turrones. Debe ser más que ir de compras como locos a los centros comerciales, pintarse los labios de rojo pasión y adornar las calles. Hay que ir más profundo. Hay que tomarse tiempo. Y a mi me gusta mucho eso.


En Navidad realmente se celebra el nacimiento de Jesús. Yo no me siento católica, pero sé que Jesús representa la Luz, la sabiduría, la magia, la bondad y el amor sin límite.


Además coincide con el soslticio de invierno. El día con más horas de oscuridad del año en el hemisferio norte. Y a partir de esa noche, cada día nos regala un poquito más de luz. Otra vez la Luz. En muchos lugares de la tierra se celebra el solsticio de invierno haciendo rituales, celebrando la luz que se abre camino cada día.


Y en el cielo tenemos una gran luna llena esta noche. Eso pasa cada nosecuantos años. Que coincida la luna llena el día de Navidad es todo un acontecimiento. La luna siempre bella y luminosa a pesar de sus cráteres y sus imperfecciones nos ilumina en las noches más oscuras. La luna nos trae Luz, otra vez.


Por donde lo miro hay Luz. Aún en medio de los grises del invierno, el frío y la contracción de la madre naturaleza. Aún en medio del caos, de los centros comerciales, de la locura del tráfico, del recuerdo de la gente que se ha ido, de la nostalgia, del cabreo, de las elecciones generales.... aún en medio de todo eso, hay Luz. Y siento que mi responsabilidad como yoguini es buscarla. Niralambaya Tejase. La esencia de todo cuando existe en el Universo es luminosa.


Y yo me propongo celebrar esa esencia de Luz que emana cada oscuridad. Y por eso adorno mi árbol en casa, me pinto los ojos, me siento a comer cosas ricas con mi familia y me tomo mis ratitos a solas para meditar. Porque todo eso me recuerda la luz que hay en mi vida y me conecta con la esperanza de un mundo mejor. Y ya da lo mismo si me siento o no católica, lo que sé es que quiero celebrar la Navidad porque para mi tiene un sentido profundo, porque yo soy una buscadora de luz.




Tengo un gran apoyo. Se llama Exodus II y es una mezcla de aceites esenciales de Young Living que he conocido recientemente y sobre la que he estado estudiando. Creo que ya no podré no tenerlo en mi vida después de lo que me hace sentir.


Algunos de sus aceites esenciales son:


Canela: es un aceite esencial que calienta. Disipa la frialdad emocional y sentimental y nos devuelve a nuestro corazón calentito. Siento que me ayuda a salir de la superficialidad de estas fiestas.


Incienso y Mirra: son aromas de la Navidad. Se usan para conectar con el espíritu, para ir profundo al corazón.


Hisopo: ayuda al centramiento en medio de los desafíos multitudinarios. Qué bueno para estas fechas que a veces nos sacan de nuestro centro!


Nardo: nos trae paz interior, centramiento y arraigo en uno mismo para no dejarnos arrastrar.


Vamos, ¡una joyita!



Que hagamos de nuestro sentimiento navideño nuestra brújula y nuestro pundo de anclaje en estas fiestas. Que en los momentos de celebración con nuestra familia y amigos estemos conectados con ese sentimiento profundo. ¡Que con esperanza celebremos la llegada de la Luz! #navidad #luz #reflexión #aceitesesenciales




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