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El papel de asana en la práctica de yoga

¿Qué sentido crees que tiene la práctica física (asanas) dentro de la inmensidad del yoga?

Tómate un momento para contemplar esto.




Hoy te voy a contar cómo he ido descubriendo a lo largo de los años de estudio y práctica el sentido y el lugar que ocupa asana dentro del vasto campo que es el yoga.


Si has estudiado o leído algo sobre yoga, seguramente habrás llegado a Patanjali y a sus ocho ramas (150 a. de C. aprox). Todo el mundo yóguico lee a Patanjali, y está muy bien, mientras lo pongamos en contexto, pero esa es otra historia de la que, por cierto, ya he escrito en algún momento. El caso es que sintetizando mucho la cosa, Patanjali dice que asana es uno de los 8 pasos para alcanzar la iluminación. Qué chasco me llevé yo cuando me explicaron que al asana al que se refiere no es más que la postura de meditación. Ni vasisthasanas, ni ardhas matsyendrasanas. ¡Ni un triste pino de soslayo, oiga! ¡Qué chasco! Por aquel entonces, Patanjali y sus Yoga Sutras me parecían demasiado serios y ni siquiera nos entendía.

Hasta aquí está claro que el asana que propone Patanjali dentro del yoga nada tiene que ver con cómo lo entendemos ahora.


Más tarde, allá por el siglo XI, aparece Hatha Yoga. Hay varios textos interesantes sobre Hatha Yoga como el Hatha Pradipika, el Gheranda Samhita y Shiva Samhita que ya si hablan sobre posturas de yoga tal y como las conocemos ahora. La práctica de Hatha Yoga tiene un sentido energético, alquímico. Los Hatha Yogis activan la energía vital Kundalini-Prana-Shakti para alargar la vida y perfeccionar el cuerpo para las prácticas de iluminación en el cuerpo (jivanmukti).

Nos movemos en el cotidiano en base a unos patrones habituales (karma), a unas memorias que nos mantienen bloqueados (samskaras) y a las emociones que han traído esos bloqueos y a las que nos hemos identificado (vasanas). Todo esto genera unos atascos en el entramado de nuestro cuerpo energético que se plasma en el plano físico y mental. Vivimos en un cuerpo atorado y sufrimos por ello, eso es así. No me gustó nada esta parte de la enseñanza cuando la recibí. Todavía me acuerdo de mi reacción rebelde.


Las prácticas de Hatha Yoga tienen el objetivo de purificar el cuerpo sutil para que la energía fluya sin obstáculos.


Pero hay otro objetivo que hasta hace poco no le había puesto atención: las prácticas físicas de yoga fortalecen el cuerpo físico para que pueda sostener la Conciencia Suprema. Y por fortalecer no me refiero a hacer más fuertes los cuádriceps o el core únicamente. Me refiero a generar un contenedor físico y energético potente que sea capaz de sostener todas las energías que desprenden las prácticas sutiles.


Desde esta visión la práctica de asana no es la finalidad de Hatha Yoga. No es tan importante cuánto puedes ponerte la pierna de mochila, ni de si consigues hacer pincha mayurasana sin la pared detrás en algún momento en esta vida. La práctica de asana en una herramienta para buscar alineamientos más finos en el cuerpo que permitan liberar bloqueos y expandir el flujo de energía. Las prácticas físicas son un apoyo para las prácticas más sutiles y poderosas.


Con absoluta gratitud me inclino ante todos los seres sabios, maestros de yoga que tuvieron la lucidez de transmitir estas valiosas enseñanzas. Mi profunda gratitud también a todos los estudiantes y practicantes actuales que son fieles a las enseñanzas y cuidamos su esencia.

OM SRI GURUBYO NAMAHA

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